lunes, 11 de junio de 2012


Universidad Autónoma de Zacatecas campus Jerez
Maestría en Ciencias de la Educación
Seminario Problemas Epistemológicos del Campo Educativo

Lo teórico y lo práctico: Nueva definición del problema

Las diferentes maneras de entender la investigación se hallan íntimamente relacionadas con la cuestión de la relación entre la teoría y la práctica.
Desde la perspectiva interpretativa, la realidad social no es algo que exista y pueda ser conocido con independencia del que quiera conocerla, sino que es una realidad subjetiva, construida y sostenida por medio de los significados y los actos individuales.
La tarea de caracterizar la “investigación educativa” puede abordarse de dos modos bastantes distintos. De un lado puede interpretarse en función de la necesidad de una descripción neutral de la amplia gama de métodos y procedimientos empleados por la comunidad que investiga en educación. En realidad, ésa es la interpretación de la tarea que adopta la mayoría de los autores de textos sobre investigación educativa, que se manifiesta explícitamente en sus capítulos introductorios.
Se deduce con claridad que una de las debilidades principales de buena parte de la investigación educativa es la omisión de criterios adecuados que permitan distinguir las investigaciones genuinamente “educativas” de las de carácter “teórico” puro y, en consecuencia, no educativo. Debido a esta carencia, se suele pasar por alto el punto crucial de que la finalidad de la investigación educativa es desarrollar teorías arraigadas en los problemas y perspectivas de la práctica educativa (antes que los problemas y perspectivas de alguna práctica científico-social).

Una aproximación crítica a la teoría y la práctica
La teoría educativa debe rechazar las nociones positivistas de racionalidad, objetividad y verdad.
Su verdadera finalidad es la de informar y guiar las prácticas de los educadores indicando que acciones deben emprender si quieren superar sus problemas y eliminar sus dificultades.
La preocupación principal de la escuela de Frankfurt, por tanto, estriba en articular un enfoque de la teoría que se proponga como misión central la de emancipar a las personas de la “dominación del pensamiento” positivista mediante sus propios entendimientos y actos.
Habermas da a su teoría del conocimiento el nombre de teoría “de los intereses constitutivos de saberes”. Esta denominación refleja su rechazo de cualquier idea de que el saber sea producido por un supuesto acto intelectual puro cuyo agente se halle en actitud desinteresada. El conocimiento nunca es producto de una mente ajena a las preocupaciones cotidianas; por el contrario se constituye siempre en base a intereses que han ido desarrollándose a partir de las necesidades naturales de la especie humana y que han ido siendo configurados por las condiciones históricas y sociales. En efecto, en toda esta gama de necesidades y deseos incorporados en la especie humana, los seres humanos no habrían tenido interés alguno en desarrollar conocimiento de ninguna clase.